Este es mi cuento..... se los comparto.
Una bella Historia.
Había una vez una linda estrella que jugaba solitaria en la noche. A esta estrella le gustaba mucho pasear y jugar cerquita de la luna. Un día cuando jugaba, la luna le dijo:
- Hubo una vez alguien….
- ¿Qué?, preguntó la pequeña estrella extrañada.
- Hubo una vez alguien que le gustaba jugar igual que a ti. Continuó la Luna.
- Cuéntame… ¿A quién le gustaba jugar como a mí?
- A un niño llamado Jesús. A él le gustaba jugar, soñar y compartir con mucha gente.
- Y, ¿Qué más le gustaba hacer? Dijo Estrellita.
- Le gustaba contarles a las demás personas las cosas que pensaba su Papá.
- Y, ¿Qué decía su Papá?, insistía Estrellita.
- Decía que existía un lugar dónde todos serían felices y vivirían para siempre.
- ¿En serio?, me gustaría conocer ese lugar. Decía Estrellita mirando el cielo.
- Algún día lo conocerás.
- Pero cuéntame, tu Lunita Lunera que ves todas las cosas, ¿has visto a otros niños que les gusta jugar igual que a mí?
- Recuerdo a otro niño muy especial, su nombre era Antonio…
- ¿Y cómo era?
- Era un niño muy curioso y siempre preocupado por los demás. Sabes desde pequeño fue muy amigo de Jesús y quiso ayudarlo a contarle a las demás personas lo que decía su padre.
- Debe haber sido un niño muy feliz, dijo Estrellita.
- ¡Sí! Exclamó contenta la Luna.
- Y a ese niño… ¿Qué otras cosas le gustaba hacer?
- Con el tiempo fue creciendo y se convirtió en un Sacerdote. Con su Rosario en mano iba de ciudad en ciudad predicando y anunciando una buena noticia.
- ¿Cuál buena Noticia?, dijo la Estrella.
- La buena noticia de que todas las personas son amadas con un amor inmenso y que vivirán felices para siempre.
En ese momento, todo se quedó tranquilo en el cielo mientras Luna y Estrellita contemplaban en silencio la tierra que dormía.
De repente, Estrellita quiso seguir conversando y dijo:
- Luna y, ¿Qué más hizo Antonio?
- Hizo muchas cosas pero la más importante fue reunir a muchos hombres que quisieron acompañarlo y hacer lo mismo que él. Con esto creó una congregación a la que llamó Hijos del Inmaculado Corazón de María.
- Y, ¿Qué es una congregación?
- Es un grupo de gente que se une con un propósito en común. Dijo Luna.
- ¡Que bien! Exclamó la pequeña estrella y agregó: Y, ¿Qué hicieron juntos?.
- Los Hijos del Inmaculado Corazón de María hicieron muchas cosas buenas, ayudaban a la gente y también quisieron que esa gente aprendiera cosas nuevas y aprendiera sobre Dios. Por esa razón crearon varios colegios a lo largo de todo el mundo y en especial a lo largo de un país muy hermoso llamado Chile.
- Y, ¿Cómo se llaman esos colegios?
- Se llaman Instituto Claret, Claret como el apellido del pequeño Antonio que te conté antes.
- ¡Qué lindo, es hermoso lo que me cuentas!. Exclamó exaltada la Estrellita.
Luna y Estrellita, nuevamente se quedaron en silencio contemplando la Tierra. De repente, estrellita divisa a lo lejos una construcción muy grande y sólida, que nunca antes había visto y preguntó:
- Lunita, ¿Qué es eso tan grande que veo allí?, Nunca antes lo había visto.
La Luna sonrió y dijo: Ese es uno de los colegios de Claret. Está en una ciudad muy linda de Chile, en Temuco. Por eso se llama Instituto Claret de Temuco.
- Es inmensa, deben haber varios niños y niñas allí. Quiero ir a verlos, me encanta jugar y de seguro que les encantará jugar conmigo. Dijo Estrellita.
- Sabes, dijo Luna, justamente en este tiempo, los niños y niñas de ese colegio están realizando varios juegos, fiestas y celebraciones.
- Y, ¿por qué?, dijo Estrellita.
- Porque están celebrado un año más de vida. Hace 106 años atrás que se hizo este colegio en Temuco.
- ¡Yo quiero ir!, ¡Yo quiero ir!, exclamaba Estrellita.
- Está bien, dijo Luna. Pero debemos ser muy cuidadosas y regresar al anochecer.
Luna y la pequeña Estrellita emprendieron el fantástico viaje hasta Temuco. Volaron raudamente por el cielo hasta que por fin, llegaron.
- Es un colegio muy lindo, las dos comentaban.
- Además es muy grande.
Continuaron visitando cada rincón del Instituto Claret de Temuco hasta que de pronto llegaron a un lugar con mucho silencio, apartado del ruido de las celebraciones.
- Y ¿esto qué será?
Vieron un gran lugar, lleno de paz y al fondo un gran imagen.
- ¿Quién es ella?, que linda es. Dijo la Pequeña Estrellita extrañada.
- Es la Madre del Niño Jesús, se llama María, dijo Luna contemplando su belleza.
- ¿Ella es la de los Hijos del Inmaculado Corazón de María?.
- Sí, respondió Luna. Observa su gran Corazón.
Ambas se acercaron para contemplarla más de cerca. Luna se ubicó cerquita de su corazón y la Pequeña Estrellita quiso verla desde arriba, así es que llegó cerquita de su cabeza. Allí encontró a un grupo de amigas estrellas como ella adornando la hermosa frente de María y quiso quedarse allí. Luna y Estrellita se quedaron dormidas comenzando el anochecer por lo que no alcanzaron a regresar al cielo.
Desde entonces Luna y Estrellita viven felices cerquita de la Virgen y de los Niños del Instituto Claret.
domingo, 1 de noviembre de 2009
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